Disolución de la unión entre Noruega y Suecia en 1905

Previo a esta disolución parlamentaria, se produjeron negociaciones entre los dos gobiernos, que llevaron a que Suecia —el Estado que encabezaba las facultades soberanas de ambas naciones hasta ese momento, quedando Noruega, en consecuencia, vista hasta cierto punto como un estado dependiente— reconociese a Noruega como una monarquía constitucional independiente, lo cual ocurrió el 26 de octubre de ese año.Las aspiraciones nacionalistas noruegas en 1814 se vieron frustradas por la victoria de Suecia en una breve pero decisiva guerra que dio lugar al ingreso de Noruega en una unión personal con Suecia.La constitución noruega permaneció en su mayoría intacta, permitiendo la existencia de un estado con elevados niveles de autodeterminación, contando en consecuencia Noruega con su propio Parlamento, Poder Judicial y Poder Ejecutivo.El factor de crecimiento del conflicto fue el hecho que la economía de Noruega era más dependiente del comercio exterior y, por tanto, más sensible a las medidas proteccionistas que Suecia adoptaba para ambos reinos.Desde 1814 se designaba un equipo sueco para ocupar las posiciones ejecutivas del Ministro de Asuntos Exteriores Sueco-Noruego, común a ambas Coronas, por lo que el Gobierno Sueco y el Rey rechazaron esta insistencia Noruega a establecer su propia política exterior.Se presionaba desde Noruega para que el Rey de Suecia abdicara del trono Noruego.Aunque ambas partes hicieron esfuerzos para resolver la cuestión mediante negociaciones, la opinión pública noruega tendiente hacia la independencia total era cada vez más arraigada.En especial Noruega modernizó la frontera común, construyendo fuertes en Kongsvinger y Fredriksten.Como era de esperar y, probablemente, como estaba previsto, el rey Óscar II se negó a aceptar las disposiciones legales, y el gobierno Michelsen renunció a su cargo.El parlamento noruego consideró la posibilidad de otros candidatos, pero finalmente optó por el príncipe Carl, en parte porque él ya tenía un hijo que continuara la línea de sucesión, pero sobre todo por los lazos diplomáticos que brindaría, por estar Carlos casado con Maud de Gales, la hija del rey Eduardo VII del Reino Unido.La nueva familia real llegó a la capital Cristianía (Oslo más tarde) el 25 de noviembre.En caso de haber llegado a la guerra, la voluntad del pueblo noruego de sostener dicha beligerancia era mucho más fuerte que en el caso de los suecos, demostrándose que la vocación soberanista noruega era profunda y genuina, pero estudiosos de ambas naciones han reconocido que por su proximidad geográfica, a largo plazo, la hostilidad habría sido insostenible, bajo cualquier circunstancia, generando demasiados perjuicios a ambos países.En particular, Gran Bretaña, que habría influido en la disolución con el fin de reducir la influencia alemana en el ámbito del Mar del Norte, donde podría ocurrir el epicentro naval de una guerra internacional entre potencias, y como efectivamente lo fue más adelante, durante la Primera Guerra Mundial.