Esta disciplina, junto a las diferentes operaciones de separación, son las que establecen a la ingeniería química como una rama independiente de la ingeniería.
En función del número de fases presentes en el reactor, pueden distinguirse: También pueden clasificarse según la forma en la que operan: Dependiendo del tipo de flujo, pueden clasificarse en: Es el reactor en que su contenido está perfectamente agitado y su composición es uniforme en todo el reactor en cada instante.
Una vez detenida la reacción (velocidad de reacción tendente a cero), se debe vaciar total o parcialmente el reactor e incorporar nueva corriente de entrada si se quiere seguir produciendo productos de reacción.
Se usan en procesos difíciles de convertir en operaciones continuas.
Se utilizan para fabricar productos de alto costo.
Se utilizan principalmente en operaciones a pequeña escala.
Esto permite determinar la velocidad de reacción en cada experimento para las condiciones dentro del reactor.
La velocidad de reacción no varía axialmente a lo largo del reactor.
El tiempo espacial puede variar cambiando la concentración inicial o con el grado de conversión deseado.
Para conversiones pequeñas, el comportamiento del reactor está sólo levemente afectado por el tipo de flujo y la relación entre los mismos tiende a uno cuando la conversión tiende a cero.