El objetivo de cada diseño es crear, un ambiente que sea apropiado para el usuario tomando en cuenta sus necesidades, así como la arquitectura, las superficies y los materiales y texturas del espacio a iluminar.
Además, el nivel adecuado de iluminación permite al usuario completar fácilmente las tareas requeridas.
Dentro de esta revisión, también es importante reconocer la sensación y el ambiente que se desean.
- Control y flexibilidad - Eficiencia: Objetivos energéticos específicos que deben considerarse.
- Luz de día: la luz diurna disponible en un espacio debe tomarse en cuenta, de modo que las oportunidades para reducir la iluminación artificial puedan ser realizadas en el proceso temprano del diseño.
Los dos primeros pasos han proporcionado suficiente información para que un diseñador pueda comenzar a seleccionar las fuentes de luz y luminarias apropiadas para el espacio que cumplirá con los criterios establecidos.
Lograr la visión estética del diseñador puede involucrar técnicas que van desde lo simple a lo complejo, y la selección de luminarias debe ser compatible con el enfoque previsto.
El diseñador reúne todos los criterios de diseño establecidos en los pasos anteriores y coordina esos elementos con el equipo de trabajo, para garantizar que la iluminación se diseñe e instale para cumplir con todos los códigos aplicables y, con las necesidades y expectativas de los clientes.
- Códigos de construcción: están diseñados para garantizar que los edificios sean estructuralmente seguros.
- Códigos de accesibilidad: están diseñados para garantizar que los edificios puedan ser utilizados por todas las personas, incluidas las personas con discapacidades y problemas de movilidad asociados con el envejecimiento.
La distribución adecuada de la luminosidad permitía ordenar la información contenida en un entorno.
El entorno visual se apreciaba en sus estructuras y en la importancia de sus objetos.
No obstante, también podía percibirse como brillante la propia fuente de luz.