Okuribito

[14]​ Al perder su trabajo como violonchelista en Tokio, Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki) y su esposa Mika (Ryōko Hirosue) se mudan a la prefectura de Yamagata, ciudad natal del joven.

Al principio, Daigo rechaza la propuesta, pero Sasaki (Tsutomu Yamazaki), su eventual jefe, le ofrece contratarlo de inmediato y pagarle por adelantado el primer sueldo.

Conforme pasan los días, Daigo va sintiéndose más cómodo con sus actividades, pese al rechazo y la discriminación.

Este se realiza solo en zonas rurales,[17]​ y generalmente lo llevan a cabo embalsamadores profesionales, conocidos con el nombre de nōkanshi (納棺師, 'nōkanshi'?

Luego, lo depositan en un ataúd junto con sus objetos personales y otros artículos considerados necesarios para su «viaje a la otra vida».

[23]​ De vuelta en Japón, consultó varios libros que hablaban sobre la muerte, entre los cuales estaba Coffinman: The Journal of a Buddhist Mortician (納棺夫日記, Nōkanfu Nikki?

), una autobiografía de Aoki Shinmon,[g]​ que le permitió conocer en detalle el ritual nōkanshi.

Ese mismo año, escribió un libro acerca del vínculo entre la vida y la muerte que tituló Tenkuu Seiza—Hill Heaven.

[26]​[27]​ En su opinión, las cualidades «misteriosas y casi eróticas» inherentes del trabajo funerario podían ser recogidas en una producción cinematográfica.

[40]​ Otra diferencia notable fue el sitio que utilizaron para filmar la película: en vez de hacerlo en Toyama —ciudad natal del autor—, la filmación se realizó en Yamagata.

La etapa de filmación duró cuarenta días[48]​[50]​ en los que el reparto grabó escenas en Kaminoyama, Sakata, Tsuruoka, Yuza y Amarume.

[76]​ En cambio, para otros, como Leigh Paatsch, del Herald Sun, esta escena resulta innecesaria.

[79]​ Los lugares y sitios sirven a su vez para transmitir diversas sensaciones, como la soledad del campo o la intimidad de los baños públicos.

[80]​ Según Okuyama, se usa predominantemente el color blanco para enmarcar la santidad y pureza de las ceremonias fúnebres.

[80]​ Es solo a través de su trabajo como empleado funerario que Daigo se siente plenamente realizado.

[82]​ La intención del cineasta era centrarse en el «diálogo entre las personas que han fallecido y sus familiares todavía con vida».

[93]​ En Metacritic, que cumple una función similar a Rotten Tomatoes, posee una evaluación de 68/100 basada en 27 reseñas.

[96]​ Sadao Yamane, en su evaluación publicada en el diario Asahi Shimbun, consideró que la película está estructurada de forma «admirable» y resaltó las actuaciones del elenco principal.

[99]​ Takurō Yamaguchi le dio una calificación de 85 % y describió como «encantadora» la manera en la que expone su concepto principal.

Sostuvo que si la audiencia pudiera leer el guion original podría mejorar su comprensión sobre este procedimiento.

A su parecer, la película «funciona sin ningún problema» y resulta «excelente al conseguir los fines universales de la narrativa».

[113]​ Philip Kennicott, de The Washington Post, criticó «el sabor japonés exasperante por el sentimentalismo» así como su trama predecible, aunque observó un punto favorable en su estructura «pulida con mano fuerte» necesaria para tratar de romper tabúes.

[115]​ Este último aspecto también fue percibido por el diario argentino La Nación, que atribuyó esta percepción a las preferencias del público occidental.

No obstante, la catalogó como una cinta «muy buena», que «conmueve sin falsos melodramatismos y hasta se permite algún rasgo de humor».

No obstante, criticó la edición de algunas escenas, que a su parecer constituían «florituras innecesariamente vistosas».

[120]​ Adams tampoco tuvo buenos comentarios hacia Okuribito, y en su nota le dio dos de cuatro estrellas.

[73]​ Mauricio Laurens, del periódico colombiano El Tiempo, la calificó como una «comedia espiritual y patética», aunque percibió de forma positiva la «plena realización dramática [que alcanza] cuando su delicada puesta en escena nos aproxima como espectadores al acto íntimo pero penoso de una transición hacia la eternidad».

Se refirió a sí mismo como un «parásito que solo observa[ba] la ceremonia», y se lamentó luego de «no haber caminado con más confianza» al momento de subir al escenario para recoger el premio.

[138]​[139]​ El éxito internacional obtenido por Okuribito fue objeto de una extensa cobertura en la prensa japonesa, especialmente por su triunfo en los premios Óscar.

[142]​ Tras pagar una cuota, los interesados podían entrar y mirar la utilería usada en el rodaje de Okuribito.

Ghat en Benarés en donde se aprecia la purificación de cadáveres en el río Ganges , en la India .
Fotografía del edificio utilizado para las oficinas de la Agencia NK.
Se ha encontrado simbolismo en el uso de la flor del cerezo en la película, como un elemento que alude a la fugacidad de la vida.
Fotografía de un ataúd exhibido en un museo de Illinois, en 2006.
El crítico Roger Ebert , del Chicago Sun-Times , dio una calificación perfecta de cuatro estrellas a Okuribito .
Fotografía de uno de los sets usados para Okuribito , que posteriormente fue abierto al público como atractivo turístico. [ 140 ]