La desigualdad educativa se entiende como la distribución no equitativa de los recursos educativos, es decir; hay una limitación en cobertura de matrícula, financiamientos escolares, maestros calificados y con experiencia, libros y tecnologías.
[3] La desigualdad educativa es una problemática que está presente en zonas urbanas y sobre todo en comunidades rurales, estas comunidades son desfavorecidas y, por ende, tienden a ser socialmente excluidas.
[4] En otros casos, las personas que pertenecen a estos grupos marginados se les limita el acceso a las escuelas debido a que la oferta es baja y la demanda es alta, y esto genera otra problemática; que las personas excluidas busquen alternativas, entre la más común es migrar a una zona urbana en la que la oferta educativa sea alta, sin embargo, esto conlleva otro reto ya que en ciudades y/o capitales en sí, la oferta es alta y por consecuente habría una sobredemanda, sobre todo en educación media superior y educación superior.
Además, la distancia geográfica puede dificultar el acceso a la educación, ya que las escuelas pueden estar alejadas de las comunidades y el transporte puede ser limitado.
La pobreza también juega un papel significativo, ya que muchas familias en áreas rurales y desfavorecidas luchan por cubrir necesidades básicas, lo que puede afectar la capacidad de los niños para asistir regularmente a la escuela y concentrarse en sus estudios.
Según Kennedy y Malone (2018), "la pobreza puede crear barreras adicionales para la educación en áreas rurales, ya que las familias pueden enfrentar dificultades para pagar los uniformes escolares, los materiales educativos y otros costos asociados con la escolarización".
Infraestructura escolar adecuada Invertir en la construcción y mantenimiento de escuelas en áreas rurales es fundamental para mejorar el acceso a la educación.
Las instalaciones escolares deben ser seguras, accesibles y equipadas con recursos educativos modernos.
Los docentes necesitan habilidades y herramientas específicas para abordar las necesidades únicas de los estudiantes en entornos rurales.
La tecnología puede proporcionar acceso a recursos educativos innovadores y conectividad con el mundo exterior.
En resumen, mejorar la educación en áreas rurales y desfavorecidas requiere un enfoque integral que aborde tanto los desafíos estructurales como las necesidades específicas de las comunidades locales.
Al invertir en infraestructura escolar, capacitar a los docentes, utilizar la tecnología de manera efectiva y fomentar la participación comunitaria, es posible transformar la educación en un motor de cambio positivo para las áreas rurales y desfavorecidas.
Educación Rural para el Siglo XXI: Identidad, Lugar y Comunidad en un Mundo Globalizado.
Educación en Áreas Rurales: Políticas, Prácticas y Contextos de Todo el Mundo.