Pintada inicialmente para la catedral de Volterra, actualmente se conserva en la Pinacoteca Comunale.
Frente al gélido dolor de otros descendimientos, esta parece como una operación apresurada y complicada, mientras que las figuras inferiores tienen unas expresiones simples y poderosas de calmado dolor.
Las tres escaleras y aquellos que llevan a Cristo parecen precarios.
Puede verse el contraste entre esta escena frenética y alborotada con la composición igualmente compleja, pero más comedida del mismo tema por el manierista florentino prácticamente contemporáneo Pontormo.
No existe coherencia tampoco en la luz, pues parece que hay fuentes diversas.