[1] Según Barret y Kohn (1991), permite la expresión de alelos recesivos perjudiciales procedentes de ambos progenitores, ya que suele producirse por el cruzamiento genético entre parientes próximos.
[2] Los efectos biológicos de la depresión endogámica en los seres humanos están oscurecidos por las influencias socioeconómicas y culturales en el comportamiento reproductivo.
[3] Los estudios en poblaciones humanas han demostrado que la edad al casarse, la duración del matrimonio, el analfabetismo, el uso de anticonceptivos y la compensación reproductiva son los principales determinantes de la aparente fertilidad, incluso en poblaciones con una alta proporción de uniones consanguíneas.
[4] Sin embargo, se han observado varios efectos pequeños sobre el aumento de la mortalidad,[5] intervalos entre partos más largos[5] y una productividad general reducida[3] en poblaciones aisladas.
La esposa de Darwin, Emma, era su prima en primer grado, y él estaba preocupado por el impacto de la endogamia en sus diez hijos, tres de los cuales fallecieron a edades inferiores a los diez años; y otros tres no pudieron engendrar hijos.