En los tres años promedió 21,4 puntos, 5,3 rebotes y 2,9 asistencias por partido.
Hasta la llegada de Shaquille O'Neal al equipo, fue, junto a Nick Anderson, uno de los máximos anotadores del equipo.
También consiguió el récord de la NBA de más triples anotados en un partido, con 11, que años más tarde superaría Kobe Bryant con 12.
Tras 7 temporadas en Orlando, inició una peregrinación por los equipos de la liga, que le llevó a jugar en 5 equipos diferentes durante sus siguientes 3 temporadas, las últimas de su carrera profesional.
Tras 10 años, se retiró con unos promedios de 12,9 puntos y 2,9 rebotes.