Las niñas siguen estando poco representadas en las aulas, la calidad de la enseñanza sigue siendo escasa y la tasa de abandono escolar es elevada.
Aunque Mauritania abolió la esclavitud en 1981 (el último país del mundo en hacerlo) y la convirtió en un delito penal en 2007, la práctica milenaria persiste en gran medida porque las leyes contra la esclavitud rara vez se aplican y la costumbre está muy arraigada.
La ONU y la prensa internacional han afirmado que hasta el 20% de la población de Mauritania está esclavizada, lo que supondría la tasa más alta del mundo.
Los primeros flujos se dirigieron hacia otros países de África Occidental, como Senegal, Malí, Costa de Marfil y Gambia.
Mauritania era un importante punto de tránsito para los migrantes subsaharianos que se desplazaban ilegalmente al norte de África y a Europa.