En la demografía de Filipinas, se puede apreciar que las personas están concentradas en ciudades como en zonas rurales.
)[1] Filipinas es un país étnicamente diverso que se encuentra en las primeras fases de la transición demográfica.
La TGF sigue estando por encima del nivel de reemplazo, en 2,9, e incluso es más alta entre los pobres, los residentes rurales y las personas con menos educación.
Los trabajadores filipinos en el extranjero suelen emigrar a países de Oriente Medio, pero otros destinos populares son Hong Kong, China y Singapur, así como el empleo en barcos.
Las mujeres OFW, que trabajan principalmente en los servicios domésticos y el entretenimiento, han superado en número a los hombres desde 1992.
La migración y las remesas han sido una característica de la cultura filipina durante décadas.
El gobierno pretendía que la emigración internacional fuera temporal, pero la falta de empleo y los malos salarios en el país, la continua demanda de trabajadores en los países del Golfo y los nuevos mercados laborales en Asia siguen estimulando la emigración filipina.
Por lo tanto, con solo 667.612 personas, durante esta era, Filipinas se encontraba entre las tierras más escasamente pobladas de Asia.
5.000 soldados alistados ese año eran de ascendencia sudamericana, mientras que 2.500 eran oficiales españoles puros.
[20] Aunque en décadas recientes el gobierno ha trabajado para hacer el país más homogéneo culturalmente, esto se hace difícil por la gran diversidad lingüística de los habitantes.
También existen pobladores de razas no austronesios: españoles, chinoyes, nipofilipinos, etc. Una pequeñísima minoría de la población incluye a los aeta, una vez activos en las islas por milenios, que se han replegado hacia el interior.
Muchos aetas fueron absorbidos por los filipinos descendientes de los invasores malayos o han sido aislados con desapropiación sistemática.
Hoy en día, también han sido muy importantes las inmigraciones extranjeras al archipiélago filipino, como los musulmanes, entre ellos los árabes y, después, los indonesios.
Parece ser que supera el número de inmigrantes a las grandes potencias asiáticas como China, Corea del Sur, Japón y Taiwán.
También en el país viven los judíos, que fueron refugiados durante la persecución de la Segunda Guerra Mundial, entre ellos la comunidad sefardí.
También los núcleos inmigrantes hablan otras lenguas como el chino, japonés, árabe, francés, hindi, bahasa, coreano, alemán y vietnamita.