Lalaurie nació en Nueva Orleans y se casó tres veces a lo largo de sus años.
Su padre fue Barthelmy Louis Macarty, cuyo padre, Barthelmy Macarty, llevó a su familia a Nueva Orleans desde Irlanda más o menos en el año 1730.
[4] Su madre fue Marie Jeanne Lovable,[5] también conocida como "la viuda Lecomte", cuyo matrimonio con Barthelmy Louis Macarty era su segundo.
Grace King escribió en 1921 que el viaje fue un "castigo militar" para Don Ramón, y que Delphine conoció a la reina, quien se mostró impresionada con la belleza de Delphine.
[5] Durante el viaje, Delphine dio a luz a una hija, llamada Marie Borgia Delphine López y Angulo de la Candelaria, de sobrenombre "Borquita".
En junio de 1808, la viuda Delphine se casó con Jean Blanque, otro anciano que era un importante banquero, comerciante, abogado y legislador.
[9] Delphine se casó por tercera vez el 25 de junio de 1825,[9] esta vez con el médico Leonard Louis Nicolas Lalaurie, quien era mucho más joven que ella.
[10] En 1831 compró una propiedad en Royal Street 1140,[11] la cual administró por su cuenta con muy poca participación de su esposo,[10] y para 1832 había construido una mansión de tres pisos allí que incluía una dependencia para esclavos.
Las historias sobre el trato de Delphine LaLaurie hacia sus esclavos entre 1831 y 1834 varían.
[12] Sin embargo, Martineau reportó que los rumores públicos sobre el maltrato de LaLaurie hacia sus esclavos fueron suficientes para que un abogado local fuera enviado a Royal Street para recordar a LaLaurie las leyes relativas al mantenimiento de esclavos.
Luego de que los LaLaurie se negaron a entregar las llaves del lugar, las personas que estaban ayudando tumbaron las puertas de la dependencia de esclavos y encontraron "siete esclavos más o menos, mutilados horriblemente... suspendidos por el cuello, con sus extremidades aparentemente estiradas y rajadas de una extremidad a la otra", quienes dijeron haber estado encarcelados allí por unos cuantos meses.
[16] Una de las personas que entró al lugar fue el Juez Jean-Francois Canonge, quién después declaró haber encontrado en la mansión LaLaurie, entre otros, a "una negra... utilizando un collar de hierro" y "una vieja mujer negra que había recibido una herida muy profunda en su cabeza [que estaba] demasiado débil para poder caminar".
[16] Un sheriff y sus oficiales fueron enviados a dispersar a la multitud, pero para cuando la gente se fue, la propiedad en Royal Street había sufrido daños importantes, y "no quedaba mucho más que las paredes".
El New Orleans Bee reportó que para el 12 de abril, unas 4.000 personas habían ido a ver a los esclavos torturados para "convencerse de su sufrimiento".
George Washington Cable reportó en 1888 sobre una popular -aunque poco sustanciada- historia que circulaba en esa época de que LaLaurie había muerto en Francia en un accidente mientras cazaba jabalíes.
El libro de Smith añadía varios detalles más explícitos a los descubrimientos que supuestamente habían hecho los rescatadores en el incendio de 1834, incluyendo una "víctima a la que claramente le habían amputado los brazos y su piel había sido arrancada en un patrón circular, haciéndola ver como un gusano," y otra a la que le habían roto los brazos y vueltos a acomodar "en ángulos extraños que la hacían ver como un cangrejo humano".