Tanto Lanús como Huracán habían participado en la primera división argentina desde el inicio del profesionalismo, en 1931.
Tigre le empató sobre la hora a Independiente y con 27 unidades también evitó la pérdida de categoría.
Huracán, por su parte, derrotó a Banfield 1-0 y quedó igualado en 26 puntos con Lanús, por lo que ambas instituciones debían disputar un desempate.
Corrían 42 minutos del segundo tiempo y el resultado se encontraba 3-3, entonces el referí Bert Cross invalidó un cuarto gol de Huracán por posición adelantada.
El reglamento de la época establecía que "abandono del juego, negativa a proseguir el partido o facilitar la libre acción del adversario, será sancionado con la pérdida de los puntos".
Los dirigentes de Lanús protestaron frente a esta arbitrariedad, pero la decisión ya estaba tomada.