Las decurias eran formaciones paramilitares de diez hombres que el carlismo creó tras constituirse la Segunda República española.
Con tal motivo, se reunieron personalidades carlistas de varias provincias.
[1] Inicialmente fueron concebidas con fines defensivos para la custodia de edificios religiosos, sedes carlistas y actos políticos.
Consiguieron armas mediante contrabando desde Guipúzcoa y Francia de forma fundamental.
Pronto pasarían a una actividad ofensiva, con incidentes y disturbios en el mes de junio, tanto en Castejón el día 14, como en Mendigorría el 21.