Debate de cocina

El evento fue grabado en color, una tecnología por entonces nueva y disponible en los EE.UU desde 1954, que Nixon presentó a su contraparte como uno de varios avances estadounidenses.

[1]​ Inclusive, y a propósito de los aparatos domésticos “que hacían la vida más fácil”, el líder soviético preguntó sarcásticamente si en los EE.

UU. ya se había fabricado una máquina que “pusiese la comida en la boca y la empujase hacia la garganta”.

Al final, los dos líderes acordaron que ambas grandes naciones, los Estados Unidos y la Unión Soviética serían más abiertas la una a la otra, lo cual, a decir verdad, no sería cierto en los lustros y décadas por venir.

La cocina en cuestión fue diseñada por la empresa All-State properties, sita en el estado de la Florida.

Incluso los soviéticos amenazaron con retener momentáneamente la cinta (tape) de la grabación hasta que ellos mismos estuviesen listos para realizar su propia emisión.

El diario The New York Times la llamó un “intercambio [de palabras] que enfatizaba la [creciente] brecha entre el entonces bloque del Este y Occidente, pero que tenía poca sustancia”, y lo retrató como una suerte de maniobra política.

Después de lo que hasta ese momento había sido una relación más bien tibia con el público.

El vicepresidente estadounidense Richard Nixon debatiendo con Nikita Jrushchov en lo que llegó a ser conocido como el debate de cocina , el 24 de julio de 1959.