De pocas, pocas pulgas

Si te acercas a la casa de don Julián Montes escucharás constantes refunfuños y regaños dirigidos, sobre todo, a los niños ruidosos que pasan por ahí.

Te será difícil ver a don Julián porque no le gusta salir.

¿De qué le sirve tanto juguete, si no hay con quién jugar?

Su mamá, Renée, se la pasa en reuniones sociales y como que su hija no le hace mucha gracia... dicen que le tiene celos porque su papá, Alonso, la adora.

Y si no me crees, deja que conozcas a la Beba Valverde.

Se le ha metido en la cabeza que alucina a Danilo sólo porque a éste todo el mundo lo quiere, mientras que Rolando y su pandilla no le simpatizan casi nadie, porque se la pasan haciendo maldades.

Esta historia comienza cuando desalojan de sus casa a todas las personas del barrio donde viven Danilo y don Julián.

Pero él no se puede ir, porque como te dije antes, espera a su mamá.

Así es como estos tres corazones inician una de las aventuras más fascinantes que hayas visto en una telenovela.