Poco después de su arresto en agosto de 1977, Berkowitz confesó haber asesinado a seis personas y haber herido a otras siete en 8 tiroteos en Nueva York entre 1976 y 1977, siendo encarcelado posteriormente en 1977.
Berkowitz cambió luego su declaración y afirmó que fue el autor solamente de dos tiroteos, en los que asesinó personalmente a tres personas e hirió a una cuarta.
En este caso concreto, no se encontraron indicios de tipo biológico sino que, más bien, indicios de tipo explosivo y combustión.
Esto se debe a que conforme avanzó el caso y comenzó a haber más alarma social, aumentó su interés por sentirse alguien en la sociedad lo que no fue positivo para continuar en el anonimato, así que comenzó a descuidar y fallar en su modus operandi.
Tras cotejar las multas, se identificó a David Berkowitz como el propietario del vehículo.