Se cultiva en todo el altiplano andino, principalmente en zonas de elevada altitud (3.000 m s. n. m.).
Las principales explotaciones comerciales de esta planta se sitúan en Colombia, Ecuador y Perú.
En concreto contienen alcaloides tropánicos tales como la escopolamina y la hiosciamina, entre otros.
Su ingestión, tanto en humanos como en otros animales, puede resultar fatal,[1][2] y el simple contacto con los ojos puede producir midriasis (dilatación de las pupilas) o anisocoria (desigualdad en el tamaño pupilar).
[5] Brugmansia: nombre genérico otorgado en honor del botánico holandés Sebald Justinus Brugmans (1763–1819).