Tienen preferencia por especies olorosas como la petunia, el jazmín y la madreselva.
Las orugas se alimentan principalmente en las hojas de la adelfa (Nerium oleander), una planta de una gran toxicidad a la que son inmunes.
Su color cambia al verde mientras a medida que crece.
La crisálida es de rojiza o blanco pardusca pálida y tiene un aspecto parecido a la cera.
Permanece directamente en la tierra, debajo de musgos o las hojas secas.