San Daniel de Padua es santo y mártir católico.
Daniel fue diácono en tiempos de Prosdócimo, primer obispo de Padua.
Era judío converso, ayudó a Prosdócimo en su labor de evangelización y murió martirizado en el año 168 d. C. Las reliquias de san Daniel se trasladaron el 3 de enero de 1064 a la ciudad de Padua, en cuya catedral de Santa María Assunta todavía hoy reposan.
San Daniel es uno de los cuatro santos patrones de la ciudad de Padua junto a san Antonio, san Prosdócimo y santa Justina.
En otros tiempos era tradicionalmente invocado por las mujeres cuyos maridos estaban en guerra.