Durante su estancia en Gentoo Linux, Daniel contrajo una deuda de 40.000 dólares.
Este hecho sorprendió a gran parte de la comunidad del software de código abierto y del software libre, pero él la justificó diciendo que pretendía "ayudar a Microsoft a entender el software libre y los proyectos basados en la comunidad".
En 2007, Daniel Robbins volvió a Gentoo para colaborar en el desarrollo.
Ese mismo mes abandonó el proyecto por graves desavenencias.
Actualmente trabaja en Funtoo, una versión de Gentoo a su gusto.