Con objetivos tanto científicos como económicos en mente, creó la "Standard Iron Company" para explotar el hierro que supuso debería estar enterrado bajo la superficie del cráter.En 1906, Barringer y su socio, el matemático y físico Benjamin C. Tilghman, presentaron sus primeros artículos al Servicio Geológico de los Estados Unidos, con la investigación geológica que perfilaba la evidencia de la teoría del impacto.Hasta la fecha, la compañía minera se había gastado unos 600.000 dólares en la exploración del cráter, llegando al borde de la bancarrota.Al morir dejó a su viuda Margaret Bennett y a sus ocho hijos la propiedad del cráter, cuyos descendientes fundaron la Barringer Cráter Company, que en la actualidad gestiona su explotación turística.Posteriormente, esta teoría ha sido confirmada con nuevas evidencias, especialmente por el astrónomo Eugene Shoemaker durante la década de 1960.