Detenido junto con Largo Caballero, Andrés Saborit y Julián Besteiro, fue condenado a cadena perpetua y recluido en el penal de Cartagena.
Gerald H. Meaker señala que, aunque era «admirado por su carácter», Anguiano disponía de escasas cualidades como orador.
[4] Durante su viaje a la conferencia de la Segunda Internacional que se celebraría en Róterdam en 1920, fue sorprendido por la policía holandesa en posesión de una carta en la que se solicitaba financiación al Comintern para difundir propaganda tercerista en España, y detenido en consecuencia.
[4] El Congreso del PSOE de 1921 rechazó las tesis de Anguiano, lo que supuso la creación del Partido Comunista Obrero Español, al que se incorporó, el cual confluiría poco después en el Partido Comunista de España.
Después de la Guerra Civil se exilió en Francia para, después de un largo periplo por Europa y América, terminar sus días en México.