Damián de Vega Castro y Pardo

[2]​ Durante los primeros meses de su administración, negoció una paz entre las tribus chacato, apalachicola, amacano y apalache.

Ese mismo año, Castro propuso que los chiscas, considerados por los españoles como un pueblo violento, se asentaran en comunidades agrícolas cercanas a San Agustín donde, como parte del programa de reducción, Castro pretendía emplearlos en la recuperación de indios cristianizados fugitivos, aunque no se sabe si el plan se puso en práctica.

El 9 de julio de 1643, Castro escribió al rey Felipe IV que dos frailes que servían en la provincia habían convertido a mil indios.

Se sugirió que Castro debería haber asentado a los chisca a lo largo del río para abordar el problema de su salida de la misión San Diego.

La presencia de los chisca en Florida provocó una rebelión de los apalaches en 1647 y, posteriormente, se realizaron varias redadas contra los timucua.