Esta convención, que entró en vigor en diciembre de 2005, es el primer instrumento jurídico global destinado a combatir la corrupción en todas sus formas.
Tiene como objetivo sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de luchar contra la corrupción, un fenómeno que socava las instituciones democráticas, afecta de forma negativa el desarrollo económico y perpetúa la pobreza y la inestabilidad en las sociedades.
La Asamblea General solicitó al Secretario General que designara a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)[2] como la secretaría para la Conferencia de los Estados Partes[Nota 1] de la Convención.
[3] La primera celebración de este día tuvo lugar en 2004.
En este contexto, la UNODC y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lideran iniciativas para reforzar la cooperación internacional bajo el lema #UnidosContraLaCorrupción.