Curtis Borchardt

Allí ya dejó muestras de su calidad, promediando 28,2 puntos, 14,8 rebotes y 5,4 tapones.

Tras su participación en la Rocky Mountain Revue de 2002, parecía que Curtis Borchardt disputaría bastantes minutos durante la temporada regular, pero una fractura por estrés del escafoide tarsiano hizo que se perdiese la temporada entera.

Fueron los Boston Celtics quienes obtuvieron a Curtis Borchardt en este traspaso, pero ni con los Celtics ni con los Memphis Grizzlies, su posterior equipo, llega a jugar, por lo que en octubre de 2005, rescinde su contrato y decide jugar en Europa.

En su primera temporada en ACB, Borchardt promedia 15,8 puntos, 9,3 rebotes y 2 tapones por partido, estadísticas que le valen para recibir el galardón al mejor jugador del mes de abril y para salvar a su equipo del descenso.

Pero cuando parecía que Curtis Borchardt se marcharía del CB Granada con destino a la NBA o algún equipo puntero europeo como el Maccabi Tel Aviv, decidió renovar por dos temporadas con el equipo nazarí.

La integración del jugador y de su esposa (la exjugadora Susan King) en la ciudad, unida al agradecimiento hacia la directiva y a los servicios médicos del club, así como la recomendación de no forzar su físico jugando muchos partidos como en la NBA, hacen que Borchardt decida prolongar su estancia en este equipo.

Sin embargo, la mala fortuna se vuelve a cebar con el pívot americano, ya que en la 18.ª jornada, frente al Grupo Capitol Valladolid, recibe un golpe en el hombro derecho, que aunque a priori solo le mantendría de baja entre 10 y 15 días, le impiden regresar finalmente durante el resto de la temporada, disputando tan sólo 13 partidos, en los que promedió 10,7 puntos, 10,5 rebotes y 1,3 tapones, para un total de 20 puntos de valoración.