Cultura de Bielorrusia
Entre estos se destacan la geografía y el medio ambiente; el trasfondo etnográfico del pueblo de Bielorrusia (la mezcla de los migrantes eslavos con los nativos bálticos); el paganismo de los colonos originales y los pueblos originarios; la cristiandad bizantina como nexo entre la religión ortodoxa y su tradición literaria; la falta de fronteras naturales del país; los ríos que fluyen hacia el Mar Negro y el Mar Báltico; y el conjunto de religiones que se practican en la región (Catolicismo, Ortodoxos, Judaísmo, e Islam).La tradición de autogobierno no solo permitió facilitar los contactos con Europa Occidental sino que también alentó la confianza en los recursos y capacidades propias, y un sentimiento de responsabilidad cívica.Durante el régimen comunista, la obra de Skaryna fue muy subestimada, pero al retomar Bielorrusia su independencia Skaryna se convirtió en una fuente de inspiración para la conciencia nacional que emergió como también para propugnar la defensa del idioma bielorruso y sus ideas humanistas.Los movimientos de la Reforma y la Contrarreforma también contribuyeron en gran medida a la creación de obras polémicas como también a diseminar las imprentas y escuelas.[1] Aunque la literatura dedica gran atención a la vida rural, otros campos de la cultura tales como la pintura, escultura, música, cinematografía y el teatro se ocupan de la realidad urbana, y problemáticas y valores universales.