Luego los fremontes empezaron a tener contactos con las grandes ciudades aridoamericanas, tales como Paquimé, Cuarenta Casas, Mesa Verde y Las Pintas.
Estos nexos comerciales influyeron mucho en los fremontes, quienes empezaron a dedicarse a la cestería, la extracción de turquesa y la pintura de petroglifos.
En el siglo X, ocurre el derrumbe del grupo dirigente y los fremontes quedan expuestos a invasiones de otras ciudades.
Así pues, la población abandonó las grandes ciudades y habitó extensas cuevas a lo largo del desierto.
Cuando los españoles descubrieron la zona, los fremontes habían desaparecido y las grandes ciudades eran ocupadas por los shoshones.