Cultos de posesión

[1]​ Sus prácticas se basan en la creencia de que a través de una invocación y ritual específico determinados seres espirituales pueden tomar pleno control del cuerpo del practicante, en trance, y usarlo como propio.

Ellos mismos debieron haber creído sinceramente en la autoridad y autenticidad de las profecías así dadas.

[3]​ Además, todos estaban familiarizados con el procedimiento que tuvo lugar en Delfos.

Mientras que en algunas religiones se le da a este suceso una explicación paranormal o extracorpórea, la medicina y la antropología marcan las llamadas posesiones como parte del trastorno de identidad disociativo (TID).

Se diagnosticaron múltiples casos de posesión en personas con dicho trastorno mediante un estudio realizado en Uganda.

[6]​ Los colonialistas se apoyaban en el miedo que causaban sus creencias, nuevas para los nativos, para así llamar a su propia religión como superior, remarcando la supremacía de ésta sobre las que consideraban inferiores.

Todo lo que no se ajustara a los cánones de la Iglesia era considerado un enemigo.

Si los síntomas son endémicos, en una clase determinada de población serán culturalmente reconocidos y etiquetados.