Fue descubierta por Hermilio Alcalde del Río y Lorenzo Sierra, aunque la publicación de los hallazgos se hizo junto con Henri Breuil.
Entre éstas fihuran caballos, cápridos, una cierva, un reno, un animal de cuatro patas sin identificar y algunos signos.
Actualmente la visita al público general está restringida por motivos de conservación.
Sólo puede ser visitada por arqueólogos, espeleólogos o geógrafos, pero siempre si se ha pedido previamente una autorización al gobierno de Cantabria.
Desde entonces, la puerta cuenta con un gran número de orificios que permiten la correcta conservación.