Comúnmente hace referencia a hombres heterosexuales que visten de mujer para obtener placer sexual.
Puede hacerlo tanto de manera ocasional y en solitario como involucrarse completamente en la subcultura travestista.
Algunos llevan una sola prenda femenina de ropa interior o lencería escondida bajo su atuendo mientras que otros prefieren vestirse y maquillarse como mujer.
Esa prenda puede ser un objeto erótico en sí mismo y utilizarse luego de la masturbación para tener relaciones sexuales heterosexuales.
Por tanto, el fetichismo travestista no equivale necesariamente a homosexualidad, bisexualidad, transgénero o transexualidad.
[3] Todos los autores están de acuerdo en que el travestismo como parafilia se da fundamentalmente en sujetos heterosexuales.
El DSM-IV es especialmente estricto en este criterio y “elimina” a todos los hombres homosexuales que se visten con ropas del sexo opuesto.
Según Docter (1988),[8] los travestistas parecen ser más ansiosos, introvertidos y emotivos que un grupo control.
Un estudio se llama "Ropa interior o íntima porque es lo más intransferible de nuestro atuendo, pero cada vez lo es menos".