Cristóbal Medina Conde

Cristóbal Medina, que falsificó su linaje para hacerse llamar Cristóbal Medina Conde y Herrera (Granada,[1]​ 15 de marzo de 1726[2]​ - Málaga, 12 de junio de 1798), historiador, arqueólogo, geógrafo, agrónomo y enólogo español, conocido por su participación en la falsificación de piezas e inscripciones supuestamente halladas en las excavaciones realizadas en 1754 en la alcazaba granadina.Fue catedrático y capellán en las Escuelas del Sacromonte de Granada desde 1754 hasta que se trasladó a Málaga en 1765, habiendo solicitado y obtenido ración en la catedral de esta última ciudad.No obstante, en 1774 fue encausado y condenado por falsificar las dichas antigüedades granadinas y se lo castigó con cuatro años de reclusión conventual.Además se descubrió que había falsificado su linaje para hacerse familiar del Santo Oficio, por lo que se le prohibió publicar obras con su nombre real, lo que burló sacándolas bajo el de un sobrino suyo sacerdote, Cecilio García de la Leña; el apoyo del arzobispo de Granada y del poder real hizo que pudiera seguir disfrutando de su canonjía hasta su fallecimiento el 12 de junio de 1798.Como enólogo se le debe un tratado sobre los vinos de Málaga en el que, entre otras consideraciones, refuta el rumor sobre la adulteración con brandy del Pedro Ximénez para hacerlo más fuerte.