Apunta este autor, basándose en Tucídides (guerra del Peloponeso), que esta pudo ser la suerte corrida por más de 2000 ilotas, liberados solemnemente por los espartanos tras haber combatido con valor, y que poco después habían desaparecido en su totalidad sin dejar rastro.
Pero estas mismas fuentes no coinciden sobre las condiciones en que se realizaba ni en su propósito.
No sabemos con exactitud, por tanto, si los participantes actuaban solos o en grupo, si llevaban comida o solo se les permitía vivir de lo que robaran, etc.
La glosa al pasaje platónico pone el énfasis en la soledad de los participantes y considera el ejercicio como un entrenamiento militar.
Heráclides Lembos habla de «expediciones armadas» para matar ilotas.