Creación de masa

La creación de masa es la conversión de partículas subatómicas en otras partículas más masivas.

La creación de masa es posible gracias a la equivalencia entre masa y energía, aunque estrictamente siempre satisface el principio de conservación de la energía en su forma relativista.

Ya que todas las partículas sin masa conocidas son bosones y las que sí la tienen son fermiones, usualmente este proceso es considerado de conversión de 2 bosones (p.e.

El requerimiento de que sean creados un fermión y antifermión es consecuencia de la conservación del número leptónico.

[1]​ No obstante, la creación de materia permite, por las leyes de conservación del momento, que en presencia de otra partícula (que podría ser otro fotón u otro bosón o incluso un fermión) puede compartir el impulso del fotón.

Por lo tanto, la materia puede ser creada a partir de dos fotones, por ejemplo en el proceso de aniquilación inversa.

Como se ha indicado anteriormente, para producir materia bariónica ordinaria se necesita un fotón de un gas.

Este gas no debe tener muy alta densidad fotónica, pero también debe ser muy caliente - la energía (temperatura) de los fotones deben obviamente exceder la masa de energía en reposo dado los pares de partículas masivas.

En el universo temprano (véase Big Bang) fotones y fermiones (partículas masivas de la materia) se interconvertían libremente.

Como fotón de gas expandido y frío, algunos fermiones fueron dejados de lado (en extremadamente pequeñas cantidades ~10−10) porque los fotones de baja energía no podían separarse muy lejos - y esa es la materia que vemos ahora en el universo.