Críquet de primera clase

En una reunión de Imperial Cricket Conference (ICC), en 1947, se definió formalmente a nivel mundial.

Adjetivos como «gran», «importante» y «principal» también se aplicaban libremente a tales partidos, pero solían haber diferencias de opinión.

En 1880, se fundó la Agencia de Informes de Críquet, la cual adquirió influencia durante la década sobre todo al asociarse con Wisden Cricketers' Almanack (Wisden), por lo que la prensa comenzó a confiar en su información y opiniones.

Se dejó claro que la definición «no tendría efecto retrospectivo».

El organismo rector otorga el estatus de primera clase a los equipos internacionales y a los equipos nacionales que representan el estándar de juego más alto del país.

Han surgido diferencias inevitables y hay variaciones en las estadísticas de críquet publicadas.

[13]​[14]​ Un problema clave para los estadísticos es cuándo se considera que comenzó el críquet de primera clase para su propósito.

En 1951, Roy Webber argumentó que la mayoría de los partidos anteriores a 1864 (es decir, el año en que se legalizó la técnica overarm bowling) «no pueden considerarse de primera clase» y sus registros se usan «por sus asociaciones históricas».

Por lo tanto, para los partidos de críquet anteriores a 1895 (es decir, en Gran Bretaña), el críquet «de primera clase» es esencialmente un concepto estadístico, mientras que el concepto histórico es más amplio y tiene en cuenta la importancia histórica.

Como explicaron, los detalles sobrevivientes de los partidos del siglo XVIII suelen estar incompletos mientras que hay un conjunto bastante completo de datos sobre partidos del siglo XIX, ciertamente desde 1825.

[23]​[24]​ En ese momento, los partidos de críquet se jugaban con un wicket de dos postes y exclusivamente haciendo el underarm bowling, aunque se habían incluido otras características del juego moderno.

Wisden concuerda con Frindall al comenzar sus registros de primera clase en 1815.

Los partidos del siglo XVIII en la lista de la ACS se compilaron principalmente para ayudar a los historiadores.

[18]​ El primer partido conocido al que se le otorgó un estatus superior en un informe contemporáneo (es decir, llamado «un gran partido» en este caso) y que se jugó por una suma considerable de dinero fue uno realizado en Sussex, entre dos equipos de once jugadores, en el que disputaban «cincuenta guineas cada uno».