Un crédito rotativo o crédito renovable[1] es un tipo de crédito que no tiene un número fijo de cuotas, en contraste con el crédito convencional.
Ejemplos de créditos renovables son los asociados a las tarjetas de crédito.
Las entidades que tienen instrumentalizados estos créditos de forma corporativa los usan generalmente para conseguir liquidez para las operaciones del día a día de la compañía.
Fueron introducidos por primera vez por Strawbridge & Clothier Store.
[2] También se le llama crédito revolvente en algunas partes de América, pero este es un calco del inglés revolving credit, careciendo 'revolvente' de un significado previo en español y por tanto es preferible usar los términos «crédito rotativo/rotatorio/renovable».