Es bastante común en pequeñas ciudades y aldeas mientras disponga de montañas o colinas para anidar en las cercanías.
También se les ha visto atrapar tortugas y dejarlas caer desde lo alto al suelo, preferiblemente sobre rocas para partir sus caparazones y comérselas, y repitiendo el proceso cuando no las han quebrado lo suficiente.
En asentamientos humanos a menudo frecuenta jardines y huertos.
Suelen anidar en lugares rocosos, y ocasionalmente en los árboles.
Su graznido es muy similar al del cuervo común, aunque a menudo se lo ha descrito como "ronco" en comparación.