Tanto el folleto como la carta son creaciones publicitarias que muestran los beneficios o ventajas de determinado producto.
Para ello, es necesario: El primer objetivo del correo directo es evitar ser arrojado a la papelera.
Para conseguirlo, se aconseja que los mensajes iniciales sean sugerentes y atractivos.
Por ello, se recomienda: La carta debe ser suficientemente impactante para provocar la acción de compra.
Las primeras líneas son cruciales, pues es necesario atraer la atención del lector para que siga leyendo.