Describe al sumo sacerdote Coreso hundiendo un cuchillo en su cuerpo, sacrificándose para salvar a su amada Calírroe, que se ha desmayado.
La pintura fue exhibida en el Salón de 1765 ganando el favor general y obteniendo Fragonard la entrada a la Academia Real.
Se encuentra en el Museo del Louvre de París.
[2] Más tarde, Fragonard creó un boceto suelto a tiza de la misma escena pero a una escala más pequeña.
Este dibujo está actualmente en la colección del Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.