Se jugó en Dubái, país seleccionado entre varios candidatos.
Esta última fue incluida por primera vez en una copa mundial de rugby.
En el torneo femenino fue campeón Australia y subcampeón Nueva Zelanda.
En la primera no surgió una mayoría clara, y debido a ello, los dos más votados, Dubái y Australia, progresaron a la segunda ronda, donde resultó elegido el primero.
Es la primera vez que un torneo mayor de rugby se juega en el Medio Oriente.