Tahití, organizador del evento, cayó en sus dos encuentros y se despidió prematuramente de la competición.
Fue la primera y única vez en la historia del torneo en la que el equipo local no pudo avanzar de ronda.
Australianos y neozelandeses llegaron nuevamente al partido decisivo, en el que los Socceroos se impusieron por 2-0.
Por el lado polinesio, Tahití y las Islas Cook volvieron a quedarse con los dos cupos.
A estos cuatro países se le sumaron Australia y Nueva Zelanda, clasificados automáticamente.