Convención de Évora-Monte

Con un ejército poco motivado para continuar su lucha por una causa ya perdida, con innumerables bajas y otras tantas deserciones, Don Miguel se instaló en el entonces concejo de Évora-Monte con su Consejo de Guerra.Sería precisamente en Évora Monte, en la casa de Joaquim António Saramago (donde todavía hoy puede encontrarse una placa conmemorativa del evento), donde se firmó el acuerdo que puso fin a las guerras entre liberales y tradicionalistas (llamados absolutistas o miguelistas por los liberales), en Portugal.Don Pedro, sin embargo, procuró no imponer más condiciones humillantes para su hermano y sus partidarios, procurando así solucionar todos los conflictos y evitar el agravamiento de discusiones entre los portugueses.Tal actitud llevó igualmente a la suspensión de la pensión proyectada por el gobierno portugués, pasando el antiguo rey a vivir de la buena voluntad del Papa, entre otros amigos y partidarios; dos años después, su sobrina la reina declaró proscritos de Portugal para siempre a Don Miguel y sus descendientes, so pena de muerte (la llamada Lei do Banimento, que no sería revocada hasta 1950).Don Miguel partiría después a Austria, donde casó con Adelaide de Löwenstein-Wertheim-Rosenberg y falleció en 1866.