Convención Interamericana contra el Terrorismo

La Convención Interamericana contra el Terrorismo fue adoptada por los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos en su Asamblea General (OEA) llevada a cabo en Bridgetown, Barbados, el 3 de junio de 2002.La Convención Interamericana contra el Terrorismo encuentra su génesis más inmediata en los hechos que ocurrieron el 11 de setiembre del 2001 con los atentados terroristas en los Estados Unidos.Sin embargo, durante la década de los 90, la OEA ya tenía el tema en su agenda, pues en aquellos años se aprobaron algunos instrumentos en la lucha contra este flagelo, como por ejemplo la Declaración de Lima para Prevenir, Combatir y Eliminar el Terrorismo, y el Plan de Acción sobre Cooperación Hemisférica para Prevenir, Combatir y Eliminar el Terrorismo, ambos adoptados en el marco de la Conferencia Especializada Interamericana sobre Terrorismo que se desarrolló en Lima, Perú, durante el mes de abril de 1996.La Declaración establece algunas consideraciones importantes el determinar que los actos terroristas son delitos comunes graves y, como tales, deben ser juzgados por tribunales nacionales de conformidad con la legislación interna y las garantías que ofrece el estado de derecho.[1]​ En suma, la Convención: A 2007, la Convención ha sido suscrita por 33 de los 34 Estados miembros activos y ha sido ratificado por 24 de ellos.