[1][2] La disputa surgió por primera vez como respuesta al creciente reconocimiento público póstumo de Arthur Schopenhauer.
Los filósofos que participaron en ella incluyeron a Friedrich Nietzsche,[3] Eugen Dühring, Eduard von Hartmann, neokantianos, Agnes Taubert, Olga Plümacher y diversos críticos de Hartmann.
[5] El pesimismo sería inmoral porque nos quitaría cualquier motivación para luchar contra el mal y reducir el sufrimiento.
[4] Al hacerle abandonar esta falsa creencia, el pesimismo permite al hombre superar el obstáculo del egoísmo y basar su acción en principios verdaderamente desinteresados y, por tanto, auténticamente morales.
[9] La filósofa germano-estadounidense Amalie J. Hathaway ha sido descrita como una contribuyente no reconocida a la controversia.