La continuidad cinematográfica (también, raccord) hace referencia a la relación que existe entre los diferentes planos de una filmación, a fin de que no rompan en el receptor o espectador la ilusión de secuencia; el montaje debe derivar en una continuidad mental para el espectador que lo contempla.
Cada plano ha de tener relación con el anterior y servir de base para el siguiente.
La idea básica de la realización de cualquier film es la de unir y relacionar fragmentos de película buscando una continuidad espacio-temporal entre ellos.
Durante los rodajes, hay una o varias personas encargadas de que se cumpla el raccord llamada script o en su versión castellanizada, continuista.