[3] La constancia floral se ha observado en muchos polinizadores, especialmente en la abeja doméstica (Apis mellifera),[4] abejorros (Bombus terrestris),[5][6] y en mariposas (Thymelicus flavus).
[7] Por ejemplo la abeja doméstica demuestra preferencia por ciertas flores y vuelve repetidamente a estas aun cuando haya otras cerca con más néctar o polen.
Esto se ha comprobado en experimentos en que la abeja sigue visitando el mismo tipo de flores y no acude a otras cercanas de un color diferente.
[4] La constancia floral tiende a ser temporaria, el polinizador elige otras flores cuando la especie original termina su floración.
Aun se da el caso de constancia floral diferente según las horas del día debido a que algunas flores se abren solo por la mañana o por la tarde.