Estos islotes y archipiélagos no están habitados, a pesar de la presencia de bases militares que, por otro lado, junto con el comercio, son el eje central del conflicto en cuestión.
La importancia de esta reivindicación es que si fuera aceptada internacionalmente convertiría el mar de la China Meridional en aguas territoriales chinas, y no internacionales como son ahora.
Y esto le permitiría a China controlar la navegación de los barcos.
Esto implicaría tener el control sobre la mitad del total de toneladas que se mueven en el mundo.
Según informaba el diario Ara, la prensa china reprochaba una campaña de los EE.