Conflicto México-Venezuela de 2005

En dicha concentración, Chávez propulsó la idea de la Alternativa Bolivariana para América (ALBA), al tiempo que decretó la "muerte" del ALCA.

[1]​ El día 7 de noviembre, el presidente mexicano Vicente Fox, a su llegada a México, declara los medios de comunicación criticando la posición asumida por Néstor Kirchner en su rol de organizador del evento, diciendo que “la impresión que nos llevamos es que el pensamiento del conductor, en este caso el del presidente (Kirchner), estaba más orientado a cumplir con la opinión pública argentina"[2]​ así como al papel de Chávez durante la Cumbre, a quien acusó de haber «actuado para las cámaras», agregando que «ese es precisamente el problema de ir a calentarse con la gente, de ir ahí, en la euforia y en la parafernalia, teniendo 40.000 almas enfrente, a hablar cosas que ni fueron serias ni aseguraron un debate real a fondo en la reunión».

[2]​ Kirchner replicó al día siguiente diciendo «el presidente Fox que se ocupe de México, a mí me votaron los argentinos y yo me voy a ocupar de defender a los argentinos como corresponde», agregando luego que «algunos creen que la buena diplomacia es tener una actitud de pleitesía y agachar la cabeza ante los fuertes».

Yo les voy a mostrar los videos de los discursos: da tristeza el entreguismo del presidente Fox.

[14]​ En dicho acto —que contó con la presencia de los diputados mexicanos Emiliano Ramos y Rafael Quintanar, del Partido de la Revolución Democrática—, el vicepresidente José Vicente Rangel dejó clara la postura del gobierno venezolano con respecto al papel de la administración Bush en el conflicto al declarar «nosotros no queremos pelear con Fox.

[16]​ Gerardo Fernández, secretario de Comunicación del PRD -organización que postulaba a López Obrador- rechazó las "aseveraciones dolosas" de Calderón, las que consideró "sin ninguna base".

El partido oficialista PAN sí solicitó una investigación a la autoridad electoral, pero sin aportar pruebas.

El gobierno mexicano, por su parte, a través del canciller Derbez, se encargó de desmentir la información, asegurando que el gobierno venezolano se encontraba completamente ajeno al proceso electoral mexicano.