Concordio de Espoleto (Roma, s. I-Espoleto, 175), fue un presbítero y mártir cristiano del siglo II, que murió bajo el mando del emperador Antonino.
Fue encarcelado durante las persecuciones de Marco Aurelio, prendido en el desierto y enjuiciado en Espoleto, Italia.
Cuando Concordio se negó, primeramente fue azotado con varillas, luego colgado en el potro, y después atormentado en la cárcel, en la que, según la tradición, le confortaron unos ángeles.
Dos días después, se le ofreció una segunda oportunidad de retractación que también rechazó y mostró su indignación escupiendo al ídolo.
Torcuato dio la orden de decapitarle en el 175 d. C. Concordio fue canonizado por los oficiales religiosos en ese tiempo, pero no residen datos de cuándo ni dónde ocurrió.