Maras se ocupó cuando los ciudadanos de Cuzco se retiraron de los palacios incas en Cuzco y tuvieron que migrar hacia otros pueblos pequeños tales como es ahora Mara y Sebastián.
El santuario de Tiobamba es una iglesia colonial hecha de adobe con arquitectura típica religiosa donde se pueden encontrar pinturas cuzqueñas que representan La Última Cena, a Jesús y a los apóstoles.
Como Maras es un pueblo sin muchos ingresos, hay instituciones y colegios como el San Silvestre que se encargan de restaurar la iglesia para que sea un mejor atractivo turístico y así este pueblo se pueda desarrollar.
Esta sal, además del cloruro de sodio, tiene otros minerales como calcio, hierro, magnesio, zinc y cobre.
Estas obras fueron destruidas e incineradas durante el éxodo que realizó manco inca.
Este conjunto arqueológico se encontraba articulado mediante un camino, con la ciudad del cusco, así como con Machupicchu.