En biología, un complejo de especies es un grupo de especies estrechamente relacionadas, donde la línea de demarcación precisa entre ellas es a menudo poco clara o críptica debido a su reciente formación evolutiva, por lo que generalmente sigue siendo incompleto el aislamiento reproductivo.
Desentrañar las funciones que los procesos evolutivos juegan en la delimitación de las especies en estos complejos es particularmente difícil.
En general al estudiar cada especie se acepta que se debe examinar un conjunto de marcadores morfológicos y moleculares y analizar estos datos usando métodos estadísticos complementarios.
Frecuentemente es necesario acumular un conjunto diverso de datos moleculares y factores morfológicos, además de aplicar un enfoque multidisciplinario para intentar resolver el problema.
[1] Los complejos de especies son más comunes entre las plantas, pero también existen en animales, posiblemente los más conocidos son el complejo en el género Canis de perro-lobo-coyote-dingo, y las cobras del género Naja.